Que un niño o una niña pierda inesperadamente un diente definitivo es más frecuente de lo que la mayoría de la gente imagina.

En el recreo, jugando al futbol, saltando en el parque, en fin, en cualquier situación de actividad que realicen los niños.

Muchos dientes definitivos pueden ser salvados tras un traumatismo si sabemos cómo actuar al respecto.

La primera reacción puede ser de temor, ¿qué hacemos ahora? Bueno es importante saber que tu dentista puede ayudarte a salvar el diente.

Ante todo, que no cunda el pánico

Debemos saber que ante todo no hay que perder la calma. Actuar con serenidad y cierta rapidez es la premisa.

Busca el diente o la parte del diente que se ha roto y llévalo a tu dentista lo antes posible. Cuanto antes acudas a tu centro de confianza tu dentista tendrá más posibilidades de salvar la pieza.

El diente debes cogerlo por la parte de la corona, intenta no tocar o tocar lo menos posible la parte de la raíz del diente.

Ponlo en suero fisiológico para higienizarlo o con agua, pero no utilices jabón ni ningún detergente.

Consérvalo en un vaso de leche. Puedes intentar volver a insertarlo en su sitio, en el hueco que dejó y acudir al dentista.

Si no puedes volver a colocarlo, para llevarlo hasta la clínica, deposítalo en un vaso con leche o suero fisiológico. Recuerda la importancia del tiempo. Acude cuanto antes. El profesional valorará el posible daño y establecerá el tratamiento a seguir.

Protectores bucales

Es más que recomendable el uso de protectores bucales cuando realizas deporte. Algunas disciplinas son más bruscas que otras.

Utiliza un protector bucal cuando realices deportes y evita, además, lesiones y fracturas en tus dientes.